¡Una receta fácil que siempre triunfa en la mesa!

Amasá bien hasta obtener una masa suave y elástica. Dejála reposar tapada 1 hora o hasta que duplique su tamaño.
Estirá la masa en forma de rectángulo grande.
Cubrí con el jamón, el queso y un poco de orégano. Enrollá como pionono y uní los extremos formando una rosca.
Colocá en una fuente enmantecada y dejá levar 30 minutos más.

Pintá con huevo batido y horneá a 180°C por 30–35 minutos o hasta que esté dorada.
¡Dejá enfriar un poco y a disfrutar!